Tres ventanas con sus vidrios destrozados y componentes de un moderno equipo informático dañados y esparcidos en el suelo fue el saldo del hecho vandálico perpetrado en la madrugada de este viernes por al menos dos desconocidos en el edificio del Juzgado de Faltas de la Municipalidad de Caleta Olivia.
Hay firmes sospechas que estos destrozos estarían relacionados con las clausuras de dos locales nocturnos que ejecutaron inspectores de la comuna alrededor de las dos de la madrugada, por diversas irregularidades.
Los centros de “esparcimiento” vienen cobrando notoriedad en el curso de las últimas semanas debido frecuentes y violentos incidentes entre parroquianos alcoholizados. De uno de ellos hace pocas semanas se difundió por rede sociales un video donde los enfrentamientos fueron a trompadas y sillazos y en otro se registró una golpiza a un joven militante político del partido libertario de Javier Milei.
El jefe del Juzgado de Faltas, Daniel Aybar, fue el primero en que vio los daños cuando llegó a las 7:30 a esas dependencias ubicadas en la esquina de la avenidas Mitre (prolongación de la Ruta 12) y Antártida Argentina, zona del barrio Gobernador Gregores.
Tres ventanas tenían sus vidrios destrozados y en el interior se en encontraron varias piedras, pero además los desconocidos empujaron un mueble que estaba al alcance de su manos desde el exterior y que el voltearse, causó la caída de los componentes de un moderno equipo informático correspondiente una caja volante de la Dirección de Rentas.
La policía ya estaba inspeccionando los registros de una cámara de video ubicada fuera del edificio en los cuales se observó a dos sujetos pero además comenzó a analizar varias llamadas que a partir de las dos de la madrugada recibió Aybar a su teléfono celular.
Serían de una mujer propietaria de uno de los comercios que le profirió gritos insultantes porque le estaban clausurando su local por haberse detectado varias irregularidades.
En tanto, la atención al público en el edificio público se suspendió hasta el lunes y el funcionario dijo que aún no podía calificar a los destrozos como un acto de amenazas, pero de todos modos ya se había radicado la denuncia en la Comisaría Segunda.
