El vehículo de Ángel David, hijo del conocido empresario Rubén Aranda, fue
baleado en navidad por una persona que circulaba por la capital provincial a
bordo de una camioneta sin identificación.
El empresario cuestionó la facilidad con que muchas personas se mueven por las calles de Río Gallegos sin patente y los vidrios polarizados. Por este hecho exigió un mayor control por parte de las autoridades. “En una provincia donde desaparecen personas y no pasa nada, cualquiera se anima a este tipo de cosas con total impunidad”.
Por lo sucedido, Aranda cuestionó al gobierno. “Si se observa un vehículo con vidrios polarizados y sin patente, es responsabilidad absoluta del Estado que no circule libremente por la localidad. Cada uno sabe que debe circular con las patentes puestas para identificarnos. Cuando esto ocurre, evidentemente se está ante una falta grave, y denota una actitud que tiene como único fin el de delinquir. El Estado es absolutamente responsable”, explicó.
“Las instituciones deben cuidarnos y cuidar a todos los ciudadanos, por ejemplo, colocando cámaras de vigilancia. Pero consulté a la Policía y las que están me dicen que no funcionan. Debe ser una de las pocas ciudades capitales de la argentina que no tiene cámaras funcionando correctamente, lo cual merece mínimamente un tirón de orejas para alguien” añadió el padre del joven vandalizado.