La candidata a diputada nacional por Cambia Santa Cruz, Roxana Reyes, busca pujar una renovación en la cúpula del radicalismo provincial sin importarle costos o daños internos que eso pueda ocasionar. Ella, como su entorno, están seguros que van a repetir la elección de septiembre y podrán apropiarse de los votos de Leo Roquel y Gabriela Mestelán, erigiéndose así como máxima referente de la oposición y heredera al trono que Eduardo Costa comienza a perder.
Pero una cosa son las intenciones y deseos, y otra la realidad. A Reyes cada día le cuesta más mantener a su electorado. Su imagen negativa se multiplica aceleradamente y cae en las encuestas. Ella se niega a aceptarlo, pero todos los números que le muestran así lo confirman. ¿Será por eso que salió a atacar a Jazmín Macchiavelli y a Claudio Vidal tan torpemente la última semana? Hace 12 días le presentaron estudios de opinión pública que habrían encendido todas las alarmas y desde entonces se muestra muy preocupada.
Una cuestión importante para el lector, Reyes quiere mostrarse como la gran ganadora de las PASO, por eso dice que Claudio Vidal “se cayó de la tabla de posiciones”, pero la realidad demuestra otra cosa. La actual diputada nacional salió tercera, muy detrás de los 40 mil votos que sacó “Kaky” González o los más de 35 mil que consiguió el propio Vidal. Los 18 mil votos que obtuvo Roxana Reyes seria la mayor de sus preocupaciones. Y un dato no menor fue que, Leo Roquel y Gabriela Mestelán la superaron en la capital provincia.
Cerca de la diputada nacional Reyes aseguran que busca radicalizar el discurso en estos días, para mostrarse fuerte y opositora, su modelo es Patricia Bullrich, a la que suele consultar seguido. Pero, eso no alcanza en tiempos en que la sociedad expresa una opinión negativa sobre Roxana Reyes: quien votó en el año 2017 el ajuste a los jubilados, la que votó en contra del freno a los tarifazos que impuso Mauricio Macri, la que apoyó un presupuesto que atentaba contra los intereses de Santa Cruz, la que acompañó a Eduardo Costa, quien prometió a los trabajadores más de 6500 puestos de trabajo en la obra pública que el propio Mauricio Macri frenó.
Mientras los santacruceños eran abandonados por sus representantes y veían como con impotencia los dirigentes festejaban o se peleaban, Roxana Reyes avanzó con su plan de quedarse al frente del radicalismo, de Juntos por el Cambio de Santa Cruz y ser la única candidata a gobernador en 2023 de ese espacio.
Ojo, los cruces internos se multiplican alejados de la exposición mediática. La tensión aumenta en las filas radicales y confirma que eso de ir “Juntos” solo se usa en el nombre.
Roxana Reyes es rechazada internamente, su ego y malos tratos generan malestar. Además, todos entienden que Roxana Reyes no es la mejor exponente del espacio para competir, y sobre todo, para dirigir. Es por eso que Leo Roquel se “borró” durante los últimos 30 días de campaña, ¿o alguien lo vio por algún lado o vio algún banner en internet con su cara? No, no militó ni puso plata para estas generales. Recién este fin de semana comenzó a escucharse su jingle y a verse algo de su publicidad en redes sociales y Google.
Otra cuestión que genera dudas dentro de las filas radicales, es la relación de negocio que mantiene con Pablo Grasso, según pudo conocerse en estos últimos meses según un comunicado del Comité de la UCR de Río Gallegos que después fue desmentido, extrañamente, por su comisión directiva. Haya sido una operación o no, la verdad es que Roxana Reyes no critica al intendente kirchnerista de la capital provincial utilizando un caso policial para hacer campaña.
Tampoco la ayuda que hubiera llamado a sabotear la cuarentena en plena pandemia, o que pusiera en duda las vacunas y el plan de vacunación. O que esté todo el tiempo utilizando un caso policial para hacer campaña. ¿Será por eso que Gabriela Mestelán tampoco quiso aparecer junto a ella más de la cuenta? Off the record asesores de Mestelán aseguran que Encuentro Ciudadano ya está hablando con un referente político de cara a la elección por gobernador. Veremos que nos depara el futuro.
Por lo pronto, Roxana Reyes cae en las encuestas y la elección del 14 de noviembre se va a resolver entre dos candidatos, y no tres como asegura la diputada nacional a la que se le vence la banca.
