Con el fin de impulsar la escritura en los estudiantes, para que cada uno experimente el poder de la misma, su relación con los conceptos, valores y sensaciones de los individuos, se ha propuesto un Concurso en el cual, a partir de una idea, una experiencia, un hecho, una visión o simplemente una palabra derramada del pensamiento, puedan construir un entramado lleno de vida y muchas ganas de decir.
De este modo, La Prensa de Santa Cruz publica los relatos cortos de ficción realizados por alumnos de la EPJA Secundaria 21, del espacio curricular Prácticas del Lenguaje V y VI, del ciclo lectivo 3ro “A”, “B” y “C” a cargo de los docentes César Luna y Walter Luna.
Los relatos cortos de ficción son un recurso literario de gran valor didáctico y educativo, a través de los cuales se transmiten símbolos, valores, roles y principios. Mediante la convocatoria de este certamen se pretende sensibilizar sobre la importancia de los temas abordados para el desarrollo integral de las personas y la erradicación de las desigualdades. La educación es el motor de transformación social hacia un mundo más justo e igualitario.
Los resultados de dicho Concurso superaron toda expectativa. No solo para quienes lo propusimos, sino para sus propios autores que, emocionados y asombrados con lo hecho comprendieron el valor incalculable de sus historias.
En los mismos encontrarán mujeres, hombres, familias, niños, valores, lugares, elementos, verdades, diversas texturas para un desenlace que jamás fue revelado. Historias que estremecen las venas de los lectores. Estudiantes comprometidos con sus estudios y decididos
“Reinventarse”: Por Claudia Marcela Gallardo 3ro “A”
Esto comienza en un tiempo remoto, Salta Capital para ser preciso, donde ella vivía con sus 7 hermanos y ambos “padres”. Padres entre comillas, porque si bien papá y mamá estaban, no era de la manera en que ella lo necesitaba. Lo material nunca estuvo ausente, pero el amor, el afecto y la contención escaseaban.
En casa no había unión, todos llevaban una vida diferente. Cada quien la idealizaba a su manera, con sus proyectos, convicciones y objetivos.
Todos los días pasaban de la misma manera para esta ya adolescente, incluso se tornó monótono. Hasta que llegó al hogar un hombre, que en poco tiempo se volvió parte de la familia por decirlo de alguna forma.
Aquel hombre que parecía ser confiable le dio un cambió completamente rotundo a esta joven, lo cual marcó su corazón por mucho tiempo. A partir del episodio que tuvo que vivir conllevó a que ella madurara de golpe, ya que, al no tener ningún tipo de contención por parte de algún miembro de su círculo cercano, tuvo que aprender a protegerse sola.
Aunque cabe destacar que a pesar de haber crecido repentinamente, se llenó de miedos, inseguridades e incluso rechazo hacia el sexo masculino.
Posterior a estos hechos, en el entorno familiar se presentaron problemas económicos. Su madre se había quedado sin trabajo y los ingresos no alcanzaban para solventar gastos, esto la empujó al trabajo temprano.
Ella jamás conoció lo que era no tener preocupaciones, salir a jugar con los chicos del barrio, dormir hasta tarde todos los fines de semana y muchas otras cosas que anhelaba. Prácticamente se saltó una etapa importante y necesaria de su vida, es decir, se vio empujada a llevar una vida de adulto cuando apenas era una niña.
A pesar de todos los problemas que transitaba, en su juventud conoció a la persona la cual la ayudaría a salir de su casa, y a huir para siempre de los conflictos.
Luego de cuatro años de relación, deciden ser padres. Para ella, era una especie de escapatoria y a su vez poder conformar la familia que siempre idealizó, pero con la diferencia de que ella procuraba darle todo el amor que en su niñez le faltó. Lo que la hizo dedicarse por completo a su familia, dejando de lado la finalización de sus estudios.
Años más tarde, con una vida completamente diferente, y ahora viviendo en la ciudad de Caleta Olivia, sus hijos la impulsan a terminar sus estudios.
Para finalizar este relato, voy a aclarar que esa niña soy yo, atravesando muchas dificultades que obvié en mi historia, como la pérdida de mi madre y de uno de mis hijos.
En la actualidad vivo feliz, he aprendido a perdonarme, a perdonar y también a pedir perdón. Trato de superarme día a día, con ayuda de mis hijos y esposo, culminando hoy, mis estudios pendientes, teniendo muchas expectativas de lo que me deparará el futuro.
Esta historia busca abrazarte y sanar ciertas cosas que hirieron tu corazón en algún momento y aprender a aceptar que eso también es parte del camino.
Pretende introducirse en vos para reparar, aceptar o superar de alguna forma esos golpes de la vida. Reflejando que es posible superarse y sacar lo mejor de uno mismo.
” Quizás, algún día, vos también seas un extraño contándole a otro tu historia.” (Arde la vida-Magali Tajes 2018, página 74.)
