Con el fin de impulsar la escritura en los estudiantes, para que cada uno experimente el poder de la misma, su relación con los conceptos, valores y sensaciones de los individuos, se ha propuesto un Concurso en el cual, a partir de una idea, una experiencia, un hecho, una visión o simplemente una palabra derramada del pensamiento, puedan construir un entramado lleno de vida y muchas ganas de decir.
De este modo, La Prensa de Santa Cruz publica los relatos cortos de ficción realizados por alumnos de la EPJA Secundaria 21, del espacio curricular Prácticas del Lenguaje V y VI, del ciclo lectivo 3ro “A”, “B” y “C” a cargo de los docentes César Luna y Walter Luna.
Los relatos cortos de ficción son un recurso literario de gran valor didáctico y educativo, a través de los cuales se transmiten símbolos, valores, roles y principios. Mediante la convocatoria de este certamen se pretende sensibilizar sobre la importancia de los temas abordados para el desarrollo integral de las personas y la erradicación de las desigualdades. La educación es el motor de transformación social hacia un mundo más justo e igualitario.
Los resultados de dicho Concurso superaron toda expectativa. No solo para quienes lo propusimos, sino para sus propios autores que, emocionados y asombrados con lo hecho comprendieron el valor incalculable de sus historias.
En los mismos encontrarán mujeres, hombres, familias, niños, valores, lugares, elementos, verdades, diversas texturas para un desenlace que jamás fue revelado. Historias que estremecen las venas de los lectores. Estudiantes comprometidos con sus estudios y decididos a terminas su secundaria.
“Entre amigos”: Por Celeste Hidalgo 3ro “A”
Una mañana húmeda y nublada, necesitábamos sacarle una última información a nuestra víctima antes de ejecutarlo, el nerviosismo y la transpiración nos brotaba por todas partes.
En el instante que estaba hablando, sonó la sirena que anunciaba nuestra retirada. Acabamos con él y terminamos rodeados por la policía. Al escucharse el disparo, nos habían atrapado. Al momento de meternos al vehículo policial, un vecino asomaba su cabeza por la ventana que estaba justo al frente de nosotros con una irritante sonrisa a la cual le eche un ojo.
Había algo particular en esa persona ¿Porque disfrutaba con tanto gozo? Creí haber visto esa mirada antes… No lo sé, estaba seguro que lo había visto en otro lado. ¡Pero lo averiguaré! Ese tipo nos llevó a nuestra condena y no se iba a quedar así.
Luego de varios días y en la celda discutí con mi colega sobre la situación y analizando todo, de pronto recordé. Era en una reunión de la organización en la que estaba él, con esa misma sonrisa irritante, ex compañero, anteriormente mercenario, le apodaban “El Burlista” y jamás debías confiar en él. Supe que iba a ser complicado exterminarlo porque conocía perfectamente este mundo.
Así fue que contratamos gente para que vigile cada uno de sus movimientos incluyendo los de su familia, no debíamos tomar riesgos hasta encontrar una abertura, un punto débil o un momento adecuado para atacar, nadie se mete con nosotros.
Pasaron dos semanas y media desde el seguimiento y nosotros ya habíamos planeado escapar aprovechando el motín que organizaban los compañeros reclusos.
En el momento que inicio la protesta incendiamos colchones, camas, rompimos vidrios, tomamos dos guardias de rehenes y amenazamos con quemar tola la penitenciaria. Era todo un caos, balas, humo, gritos, llantos.
Abrimos paso matando a cualquiera que se cruzara en nuestro camino. Fue el momento justo, nadie nos estorbaría ni nos detendría. Y lo logramos, pudimos escapar de ese inmundo lugar.
Al salir fuimos directamente a nuestra base a planificar el acto final, queríamos ejecutar al que nos delató y nos mandó a prisión; él cometió un error. Fuimos uno por uno acabando con su familia y su gente hasta que quedara solo.
Finalmente fuimos por él, ya nos esperaba, de nuevo con esa sonrisa sin sentirse arrepentido de nada. Tenía cerrada la puerta de su casa la cual rompimos para entrar en ese mismo momento. A los primeros pasos mi compañero fue asesinado por una trampa explosiva que estaba oculta, me di cuenta que también se había preparado.
Se presentó frente a mí con una risa macabra y un tono irónico interrogándome ”¿Me extrañaste?”, furioso y desencajado exclamé – ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué nos delataste?¡Eres un traidor! – descaradamente me dijo – ¿Yo traidor? ¿Quién traiciono a quién? Teníamos planes, te echaste para atrás con cada uno de ellos, lentamente vi cómo me reemplazabas, por ese maldito hipócrita –
Mi furia y rabia me encegueció por completo y me arrojé sobre él clavándole el puñal justo en el pecho hasta que el cuerpo sin vida cayó al suelo.
Cuando el silencio se apoderó del lugar no me percaté de algo. Desde la puerta trasera de la casa recibo un disparo por la espalda a pura traición…pero eso no fue todo…