Mientras el intendente Fernando Cotillo veranea en la turística Cosquín, bajo la excusa de estar acompañando a un grupo de jóvenes folcloristas de Caleta Olivia y a otros grupos santacruceños, en su propia ciudad desde hace varios días continúa el incontrolable incendio del basural, en tanto que los balnearios “habilitados” por el municipio distan mucho de ser sitios adecuados para esparcimiento estival de miles de vecinos.
La Costanera adolece de un baño público que esté en condiciones de uso ya que el existente ni siquiera tiene agua y por ello generalmente permanece cerrado.
El otro balneario, el de Las Roquitas, presenta un acceso peligroso ya que desde hace tiempo las marejadas y las lluvias socavaron el terraplén y como el municipio parece estar funcionando en piloto automático, nadie se ocupa de arrojar a menos una camionada de tierra para cubrir la enorme grieta que se formó.
En ese lugar ahora solo queda una senda angosta que apenas permite el ingreso de gente a pie y la única medida preventiva que supuestamente ideó la comuna, fue colocar algunos conos para evitar desciendan automóviles, como ocurría en años anteriores.
Además, fueron los guardavidas los que se ocuparon de colocar dos bidones de plástico, asegurarlos con piedras e introducirle dos varillas con las que se sujetan una cinta plástica.
Y todo ello para advertir a niños y adultos que no se acerquen a la enorme grieta porque ese lugar no es precisamente para disfrutar de los promocionados “juegos de verano”.