Si comparamos los precios de la carne vacuna de hace dos semanas con lo que se muestran hoy, podemos ver aumento en promedio del 8%. Lo más grave, los cortes populares se encarecieron en mayor proporción que los magros. El cierre de las exportaciones que declaró el gobierno de Alberto Fernández, y el impacto del lock out dispuesto por la Mesa de Enlace profundizaron la inflación en los cortes.
El Gobierno tomó una medida buscando frenar los aumentos en las carnes, sin tomar en cuenta que esa decisión podía profundizar el problema que buscaba solucionar. El objetivo era claro: los cortes populares debían retroceder a los registros de febrero-marzo a medida que fuera aumentando la oferta de lo que se exportaba a China y a Europa hasta el mes pasado. Pero ocurrió lo contrario. En dos semanas los precios promedio de la carne vacuna aumentaron 8% promedio y desataron un conflicto sectorial de difícil resolución.
Con la suspensión de las exportaciones, el Gobierno incentivó a que los productores ganaderos dejaran de vender animales para faenar. Eso derrumbó la oferta y los carniceros se vieron obligados a corregir sus pizarras: a mayor demanda, cortes más caros.
Los aumentos no fueron parejos: los cortes económicos -que suelen usarse en la cacerola- subieron hasta 15% en el área metropolitana, mientras que los más caros y menos consumidos, apenas 5%.
El gobierno del Frente de Todos está realmente preocupado, entre mayo 2021 y mayo 2021 la carne roja aumentó 76.2%.
El osobuco está entre los tres cortes que más crecieron en mayo: aumentó 9,9% promedio en un mes ($450 a $500), según los datos del IPCVA. La carne picada común y la tortuguita subieron 8,7% y 7,9%, respectivamente.
Según el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), en mayo se registró una suba promedio de 5,5% en el precio de la tira de asado comparado con abril. Algo similar pasó con la tapa de asado y con el vacío, ambos aumentaron 4,5% promedio en 80 bocas de expendio en Ciudad de Buenos Aires y GBA.
Paradójicamente, los cortes que más consumen las familias de menores ingresos subieron más que los premium: el roastbeef aumentó 13% ($760 a $880) en los últimos 10 días; la tapa de nalga y la paleta se encarecieron 12% ($710 a $820) en dos semanas; y la palomita subió 11% ($530 a $590) en apenas cinco días.
En cambio, el kilo de lomo se ajustó menos de un 3%. En supermercados y carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires se consigue desde $920 y $960. Hace una semana no bajaba de $900. Algo similar pasó con el peceto ($1.400 promedio) y la colita de cuadril ($1.600). En ambos casos los aumentos no superaron el 5% en estos últimos 15 días.