Claudia Daniela Galindo lanzó un desesperado pedido para volver a encontrarse con su hijo de 12 años de edad quien padece de autismo.
Galindo, le relató a La Prensa de Santa Cruz su pedido, luego que permaneció internada y en ese lapso la justicia le otorgó al padre del menor la tenencia.
Oriunda de Pico Truncado, manifestó que “mi pequeño de 12 años, siempre vivió conmigo. El día 25 de Octubre fui internada por un pico de estrés y angustia, lejos de recibir la atención de contención que necesitaba en ese momento, sólo se me abordó clínicamente por varios días, hasta el 3 de noviembre que recibí el alta médica”.
“Mi hijo, Aidan, quedó bajo el cuidado de una de mis hermanas, con quien mantuve contacto permanentemente para saber de mi hijo. El 26 de octubre nos intercambiamos mensajes con mi pequeño a través de whatsapp, dándonos mutuamente la fuerza y el amor propio que nos une como madre e hijo para sobrellevar el momento de angustia vivido”.
Sostuvo que “su último mensaje fue ese mismo 26 de octubre, luego solo tuve contacto con mi hermana que por razones que desconozco evitaba y no permitía que me hablara con Aidan en forma directa. Eso fue muy inquietante para mí. El día 3 de noviembre me firman el alta médica y sólo pensaba en correr hacia mi hijo para besarlo abrazarlo y volver a cuidar de él. Pero en cuanto me contacté con mi hermana me entero que un día antes de mi alta médica, el 2 de noviembre, a través de la intervención del área de Niñez y Familia, por intermedio de los Sres: Haro Roxana y José Paredes de Pico Truncado, mi hijo fue entregado a su padre biológico, Luis Alejandro Silva, con quien no ha mantenido contacto anteriormente, por decisión del nombrado progenitor”.
Galindo, señaló además que “han pasado casi dos meses de la interrupción arbitraria, infundada y abrupta del vínculo materno filial que me une a mi hijo, quien vivió conmigo durante sus doce años de vida, quien sufre cuando está fuera de la casa por más de dos horas seguidas, quien sufre ante los cambios, quien no tiene las facultades de adaptabilidad que tienen otros niños de su edad, quien tiene dificultades varias referidas a su entorno social, quien tiene su centro de vida en el hogar materno y en Pico Truncado. Todo ello agravado en consecuencia a su condición de niño con espectro autista”.
Sostuvo además que solicitó información de su paradero y se le negaron. “Sólo refirieron que se lo entregaron a su padre, quien aparentemente se lo llevó a Río Gallegos alejando a mi niño de mi persona y su centro de vida. Nos han quitado el derecho a ambos de tenernos el uno al otro, del preciado vínculo materno filial que nos une y nos unirá para siempre”, dijo acongojada.
De ese modo, aseveró que “acudo a la solidaridad de la sociedad porque quienes deben impartir justicia me han arrebatado a mí y a mi pequeño, lo más preciado que tenemos en la vida que es la familia, el hogar y el amor que nos une, les ruego a la sociedad entera que me ayuden a difundir mi caso para que me reintegren a mi hijo y pueda volver a abrazarlo”.